Capitulo 8 - Saga Maverick 1: Unidos por el pasado

Capitulo 8


Nate apareció en el parque para encontrarse con que Jesse, estaba besando a su prima. Carraspeó para hacerles ver, que se encontraba allí, ya que el movimiento de aire que causaba cada vez que aparecía o desaparecía de un lugar, no había logrado hacerlo.

Vio como Jesse se tensaba ligeramente, pero no se separo de Irina. La beso un momento más y luego se separó, no sin antes, darle un último besito en la nariz.

- Vamos - le dijo Jesse, una vez hubo levantado a Irina del suelo, y apretado contra su pecho.-

A Nate le divirtió su reacción. Parecía como si se hubiera puesto a la defensiva, al saber que lo había pillado in fraganti, y temiera que le arrebatara a Irina de sus brazos.
No lo iba a hacer. Se había dado cuenta de la reacción que había tenido al escuchar a los secuestradores decir que habían matado a Irina.

Le había caído bien desde ese mismo momento. Le gustaba la forma en que parecía querer protegerla.

Recordó tristemente, que él también había sido así una vez, hasta que Hailey le había confesado su infidelidad. Su corazón se había roto en mil pedazos en ese momento. Sacudió la cabeza, intentando alejar ese doloroso recuerdo, y contempló a su prima. Parecía mucho mejor que cuando se fue antes.

- ¿Estas bien? - le preguntó, una vez Jesse se hubo acercado hasta él para tocarlo -

- Si, Solo son unos rasguños - le respondió ella.-

Nate asintió, y pensó que Jesse había echo un buen trabajo. Un segundo después, desaparecieron.

*****

- ¡Donde diablos están esos ineptos! - exclamó una furiosa voz femenina. -

Los que se encontraban cerca, dieron un respingo al escuchar el grito.

- Creo que están muertos, mi señora - le dijo, uno de los hombres -

Serilda, se acercó a él y le rodeo el cuello con sus largos y fríos dedos.

- Explícate! - le ordenó, al muy tembloroso hombre, mientras apretaba más su agarre -

- No...pu..puedo..es..escu..cu..charlos - consiguió decir el hombre, muerto de miedo.-

Serilda, lo soltó, y se encaminó a su trono.

- Quiero que entres en la jaula de los animales, y les sirvas de almuerzo - le dijo, mientras se sentaba, con tono indiferente -

- Por supuesto, mi señora - le respondió él hombre, mientras se apresuraba a cumplir su orden -

Serilda, contempló desde su trono, como las bestias devoraban al hombre. Sonrió un poco. No le gustaban las malas noticias, y él le había dado una, así que, tenia que encontrar una manera de que regresara su optimismo.

Le había gustado ver como sus mascotas almorzaban, pero todavía se sentía algo molesta. Como podía ser que a tres hombres, con poderes y con entrenamiento en la lucha, se les pudiera haber escapado una pequeña zorrita Maverick, inconsciente de su pasado, y de los peligros que este le conllevaba?, se preguntó, su genio saliendo de nuevo a la superficie. Intentó apaciguarse, y llamó mentalmente, a uno de sus guerreros más temibles.

Él cortaría el problema de raíz.


*****

En el momento en que comenzó a moverse el aire, todos se pusieron alerta, y cuando aparecieron Nate y Jesse con Irina en brazos, todos corrieron hacia ellos.

- Irina - susurró su padre, mientras la recogía de los brazos de Jesse, y la apretaba fuertemente, enterrando la cabeza en su pelo -

- Hola papá, te he echado de menos - le dijo, sonriéndole tranquilizadoramente -

- ¡Oh cariño, que te hicieron! - sollozo, su madre, mientras se acercaba y le acariciaba una mejilla, en la que todavía se podía apreciar un pequeño moretón -

- No es nada, mamá. Solo unos rasguños - le dijo, ella -

Levantó la mirada y vio a sus hermanas.

- ¿Hey, que pasa aquí? me habéis organizado un comité de bienvenida? - bromeó, intentando calmar los ánimos -

- No. Solo pasábamos por aquí, ¿sabes? - le respondió Hilary, con una sonrisa, al ver que su hermana estaba bien – A Gi le gustaron unos zapatos, e insistió en que viniéramos hasta aquí para comprarlos – añadió burlonamente, haciendo reír a Irina. Ellas siempre bromean por la fijación de su hermana con los zapatos -

- ¡Hey! no os metáis conmigo! - dijo Giselle, apuntándolas con el dedo, fingiendo sentirse ofendida, haciendo reír todavía más a Irina -

Mientras lo hacia, vislumbro la pálida cara de su hermana mayor.

- ¡Hola peque! - le dijo su hermana, intentando sonreír, pero todavía sentía el miedo corriendo por sus venas -

Irina se dio cuenta y se sintió mal por haberla asustado.

- Lo siento - le dijo, haciendo que Mandy la mirara sorprendida, y quiso explicarle - No quise asustarte, yo...

- Oh cariño, no te preocupes por eso - le dijo su hermana acercándose a ella para abrazarla - Es normal que me asustará. Lo habría echo por cualquiera de mis hermanas, y tu eres la princesita de la casa - añadió, y vio como Irina se tensaba -

- ¿Que pasa, hija? - le preguntó su padre igual de sorprendido que los demás por su reacción -

- Ellos - susurró, y todos vieran como ella parecía recordar - Ellos me decían princesa todo el tiempo - añadió un momento después, haciendo que sus padres se intensaran interiormente -

- Es cierto, nosotros escuchamos como se referían a ti de esa manera - dijo Cole, al recordarlo -

- Debieron decirlo como burla por que las nombraron las princesas del Pop del momento - sugirió Mandy -

- No.- negó Jesse, sacudiendo la cabeza - Dijeron que era una Princesa Maverick. No entendí que quisieron decir con eso pero….

- ¡Maldición! - exclamó de repente su padre, interrumpiendo su explicación - Nos han encontrado, maldita sea! - agregó, dirigiéndose a sus amigos -

- ¡No te precipites! quizás solo nos hayan descubierto a nosotros, después de todo fueron a por mi hija, no a por los tuyos - le dijo Paul -

- Se puede saber de que demonios estáis hablando! - los interrumpió Alec, que al igual que los demás hijos, no entendía nada -

Su padre lo miró, y luego recorrió con la mirada a los demás, deteniéndose en Irina, que lo contemplaba con sospecha, mientras seguía en los brazos de su padre.

- Creo que les debemos una explicación - les dijo, y se encaminó junto a los demás hacia la salón -

*****


Serilda se encontraba sentada en su trono, mientras observaba a sus guerreros entrenar. Sonrió al ver como uno de ellos le rompía el brazo a su compañero, aprovechando un momento de distracción. Eso era lo que quería. Si no podían mantenerse concentrados en la lucha, lo mejor era quitarlos del medio cuanto antes.
Los Zabenko, como los había bautizado hacia casi medio siglo, debían ser letales. Los miembros habían ido cambiando con el paso de los años, casi todos por la muerte a manos de sus mascotas. No le servían. No eran lo suficientemente fuertes, ni lo suficientemente estables durante la batalla. Ya había perdido las esperanzas, de derrotar a sus enemigos., hasta que había aparecido Amadeus, se recordó a si misma con satisfacción. Él había logrado devolverle la esperanza.

Se giró al escuchar la puerta, y vio como, su mas apreciado guerrero, entraba por la puerta. La primera vez que lo había visto se había dado cuenta de que exudaba peligro por cada poro de su cuerpo.

Media alrededor de 1,90 y su cuerpo era puro músculo. Parecía un ángel caído, con sus ojos azules y su oscuro pelo negro azabache. Cuando lo había mirado había visto la muerte en sus ojos. Era letal. Y tenia que ser el que la llevara hacia el triunfo. Dejó atrás sus recuerdos al verlo acercarse.

- ¿Me mandó llamar, mi señora? - preguntó Amadeus mientras se acuclillaba frente a ella -

- Si, mi queridísimo Amadeus. - le dijo, con lo que, en ella, se podía considerar una sonrisa

- Necesito que te encargues de un asunto de vital importancia para mi - le explicó -

- Por supuesto mi señora, lo que usted me ordene será llevado a cabo de inmediato - le respondió él -

¿Había notado una pizca de sarcasmo en su voz? - se preguntó Serilda, pero lo descartó. Debían haber sido imaginaciones suyas.

- Necesito que me consigas un anillo - le dijo ella, después de un momento.-

Él cuerpo de Amadeus se tensó, y se puso alerta de inmediato. Pero mantuvo la cabeza agachada en señal de sumisión, esperando a que ella continuará.

- Es una cuestión de vital importancia, querido. No nos llevará a ganar la guerra, pero nos dará una pequeña victoria - le explicó -

- ¿Puedo preguntarle donde se encuentra ese anillo, mi señora? - le dijo él -

- No se exactamente donde está, pero lo que sí sé, es quien te lo dirá - le respondió ella .-

Un momento después comenzó a darle la información que necesitaba.

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  • WELCOME

    Bienvenid@s a mi blog!!!! XD Bueno, para los que no lo sepan, este blog esta dedicado a mis historias. Además de ir pulicando los capitulos, subiré otras cosas como las descripciones de los personajes, arboles genealogicos y demás cosas que puedan ayudaros a entender mejor la historia y formar parte de ella. Espero que os guste. XD Un besito a tod@s.

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